Océano

Océano Ártico

81 especie

El océano Glacial Ártico, o simplemente océano Ártico, es la parte del océano mundial más pequeña y más septentrional del planeta. Se encuentra principalmente al norte del círculo polar ártico, ocupando el área entre Europa, Asia y América del Norte. Abarca unos 14 056 000 km² de extensión y sus profundidades oscilan entre los 2000 m y 4000 m en la región central, y los 100 m en la plataforma continental. Su profundidad media es de 1205 m bajo el nivel del mar.

Este océano limita con la parte norte del Atlántico, recibiendo grandes masas de agua a través del estrecho de Fram y el mar de Barents. Está limitado por el estrecho de Bering, entre Chukotka (Rusia) y Alaska (EE.UU.), que lo separa del Pacífico; por la costa norte de Alaska y Canadá. También limita con el litoral septentrional de Europa y Asia.

Grandes masas de hielo protegen durante todo el año a este océano de las influencias atmosféricas. En su parte central pueden encontrarse casquetes de hielo de hasta cuatro metros de espesor. Las grandes capas de hielo suelen formarse por el deslizamiento de grandes paquetes de hielo uno sobre otro.

Las temperaturas en invierno suelen rondar los −50 °C debido a los fuertes vientos provenientes de Siberia (Rusia); mientras que en el verano apenas pueden superar el 0 °C; en tanto que en la plataforma continental pueden darse temperaturas de hasta 30 °C.

Geografía

El océano Glacial Ártico ocupa una cuenca aproximadamente circular y se extiende por una superficie de alrededor de 14 056 000 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Rusia. La costa tiene 45 389 kilómetros de largo. Está rodeado por las masas terrestres de Eurasia, América del Norte, Groenlandia y por varias islas. Generalmente se considera que incluye la bahía de Baffin, el mar de Barents, el mar de Beaufort, el mar de Chukotka, el mar de Siberia Oriental, el mar de Groenlandia, la bahía de Hudson, el estrecho de Hudson, el mar de Kara, el mar de Laptev, el mar Blanco y otros conjuntos hídricos. Se conecta con el océano Pacífico a través del estrecho de Bering y con el océano Atlántico a través del mar de Groenlandia y el mar de Labrador.

Clima

El Océano Ártico está bajo un clima polar caracterizado por un frío persistente y rangos de temperatura anuales relativamente estrechos. Los inviernos se caracterizan por la noche polar, el frío extremo, las frecuentes inversiones de temperatura en niveles bajos y las condiciones climáticas estables. Los ciclones solo son comunes en el lado atlántico. Los veranos se caracterizan por la luz diurna continua (sol de medianoche) y la temperatura del aire puede elevarse ligeramente por encima de los 0 °C. Los ciclones son más frecuentes en verano y pueden traer lluvia o nieve. Presenta nubes durante todo el año, con una nubosidad media que oscila entre el 60% en invierno y más del 80% en verano.

La densidad del agua de mar, a diferencia del agua dulce, aumenta a medida que se acerca al punto de congelación y, por lo tanto, tiende a hundirse. En general, es necesario que los 100-150 m superiores de agua del océano se enfríen hasta el punto de congelación para que se forme hielo marino.

El clima de la región ártica ha variado significativamente durante la historia de la Tierra. Durante el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno hace 55 millones de años, cuando el clima global experimentó un calentamiento de aproximadamente 5 a 8 °C, la región alcanzó una temperatura anual promedio de 10 a 20 °C. Las aguas superficiales del Océano Ártico más septentrional se calentaron, al menos estacionalmente, lo suficiente para sustentar formas de vida tropicales (los dinoflagelados Apectodinium augustum) que requieren de temperaturas de más de 22 °C. Actualmente, la región ártica se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta.

Biología

Existen unas cuatrocientas especies animales en esta zona. De ellas, la más conocida es el oso polar, el mayor carnívoro del lugar. Llega a tener un peso de 800 kg y se alimenta de focas y peces, aunque si no logra atraparlos puede reemplazarlos momentáneamente por musgos y líquenes.

Seis especies de focas habitan este lugar, aunque su número ha ido decreciendo desde el siglo XIX debido a su depredador natural, el oso polar, y a la caza indiscriminada a que fue sometida por el hombre debido a lo preciado de su piel y su grasa. Otro poblador típico de la zona es la ballena, igualmente amenazada y que, actualmente, se halla protegida de la captura indiscriminada.

Debido a la pronunciada estacionalidad de 2 a 6 meses de sol de medianoche y noche polar en el Océano Ártico, la producción primaria de organismos fotosintetizadores como las algas heladas y el fitoplancton se limita a los meses de primavera y verano. Los consumidores importantes de los autótrofos en el Océano Ártico central y los mares de la plataforma adyacente incluyen el zooplancton, especialmente los copépodos (Calanus finmarchicus, Calanus glacialis y Calanus hyperboreus) y los eufáusidos, así como la fauna asociada al hielo (como los anfípodos). Estos forman un vínculo importante entre los productores primarios y los niveles tróficos superiores. La composición de los niveles tróficos más altos en el Océano Ártico varía según la región (lado del Atlántico frente al lado del Pacífico) y con la capa de hielo marino. Los consumidores secundarios del mar de Barents, un mar de la plataforma ártica de influencia atlántica, son principalmente especies subárticas, como el arenque, el bacalao y el capelán. En las regiones cubiertas de hielo del Océano Ártico central, el bacalao polar es un depredador de los consumidores primarios.

Situación medioambiental

La banquisa polar está adelgazando, y en muchos años habrá un agujero estacional en la capa de ozono. La reducción de la superficie de hielo en el océano Ártico reduce el albedo medio del planeta, lo que posiblemente dé como resultado el calentamiento global en un mecanismo de retroalimentación positiva. La investigación muestra que el Ártico puede quedar libre de hielo por primera vez en la historia de la Humanidad entre el año 2013 y 2040. Muchos científicos están actualmente preocupados por el calentamiento de las temperaturas en el Ártico, porque podrían causar que grandes cantidades de agua fresca derretida entrase en el Atlántico norte, posiblemente perturbando los patrones de corrientes oceánicas globales. Potencialmente pueden ocurrir después drásticos cambios en el clima de la Tierra.

Los investigadores predicen que, en no más de cincuenta años, el océano Ártico será perfectamente navegable durante el verano. Es que el hielo que cubre esta masa oceánica se está haciendo cada vez más delgado, debido a que el tiempo de duración de altas temperaturas es cada vez mayor. Durante los pasados años se ha observado la fusión de la capa de hielos y, en agosto de 2004, científicos estadounidenses que navegaban en un buque y ruso, denunciaron la existencia de una laguna en el Polo Norte, que no pudo ser confirmada por imágenes satelitales, pero que en modo alguno sorprendió a la comunidad científica, quienes vienen alertando sobre el peligro del calentamiento global.

Se sabe, pues, que el espesor de la capa de hielos del océano Ártico ha disminuido un 40 % durante los pasados cincuenta años y los resultados indican que si esto continúa, la fusión de los hielos será más rápida cada vez, culminando con la desaparición de estos durante el verano, con serias consecuencias para el equilibrio ecológico de la zona y para el hábitat de ciertas especies, como el oso polar que necesita de esas capas de hielo para sobrevivir y cazar sus alimentos.

Otras preocupaciones medioambientales se refieren a la contaminación radiactiva del océano Ártico por, por ejemplo, los residuos radiactivos rusos en el mar de Kara y pruebas nucleares realizadas durante la época de la Guerra fría en lugares como Nueva Zembla.

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El océano Glacial Ártico, o simplemente océano Ártico, es la parte del océano mundial más pequeña y más septentrional del planeta. Se encuentra principalmente al norte del círculo polar ártico, ocupando el área entre Europa, Asia y América del Norte. Abarca unos 14 056 000 km² de extensión y sus profundidades oscilan entre los 2000 m y 4000 m en la región central, y los 100 m en la plataforma continental. Su profundidad media es de 1205 m bajo el nivel del mar.

Este océano limita con la parte norte del Atlántico, recibiendo grandes masas de agua a través del estrecho de Fram y el mar de Barents. Está limitado por el estrecho de Bering, entre Chukotka (Rusia) y Alaska (EE.UU.), que lo separa del Pacífico; por la costa norte de Alaska y Canadá. También limita con el litoral septentrional de Europa y Asia.

Grandes masas de hielo protegen durante todo el año a este océano de las influencias atmosféricas. En su parte central pueden encontrarse casquetes de hielo de hasta cuatro metros de espesor. Las grandes capas de hielo suelen formarse por el deslizamiento de grandes paquetes de hielo uno sobre otro.

Las temperaturas en invierno suelen rondar los −50 °C debido a los fuertes vientos provenientes de Siberia (Rusia); mientras que en el verano apenas pueden superar el 0 °C; en tanto que en la plataforma continental pueden darse temperaturas de hasta 30 °C.

Geografía

El océano Glacial Ártico ocupa una cuenca aproximadamente circular y se extiende por una superficie de alrededor de 14 056 000 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Rusia. La costa tiene 45 389 kilómetros de largo. Está rodeado por las masas terrestres de Eurasia, América del Norte, Groenlandia y por varias islas. Generalmente se considera que incluye la bahía de Baffin, el mar de Barents, el mar de Beaufort, el mar de Chukotka, el mar de Siberia Oriental, el mar de Groenlandia, la bahía de Hudson, el estrecho de Hudson, el mar de Kara, el mar de Laptev, el mar Blanco y otros conjuntos hídricos. Se conecta con el océano Pacífico a través del estrecho de Bering y con el océano Atlántico a través del mar de Groenlandia y el mar de Labrador.

Clima

El Océano Ártico está bajo un clima polar caracterizado por un frío persistente y rangos de temperatura anuales relativamente estrechos. Los inviernos se caracterizan por la noche polar, el frío extremo, las frecuentes inversiones de temperatura en niveles bajos y las condiciones climáticas estables. Los ciclones solo son comunes en el lado atlántico. Los veranos se caracterizan por la luz diurna continua (sol de medianoche) y la temperatura del aire puede elevarse ligeramente por encima de los 0 °C. Los ciclones son más frecuentes en verano y pueden traer lluvia o nieve. Presenta nubes durante todo el año, con una nubosidad media que oscila entre el 60% en invierno y más del 80% en verano.

La densidad del agua de mar, a diferencia del agua dulce, aumenta a medida que se acerca al punto de congelación y, por lo tanto, tiende a hundirse. En general, es necesario que los 100-150 m superiores de agua del océano se enfríen hasta el punto de congelación para que se forme hielo marino.

El clima de la región ártica ha variado significativamente durante la historia de la Tierra. Durante el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno hace 55 millones de años, cuando el clima global experimentó un calentamiento de aproximadamente 5 a 8 °C, la región alcanzó una temperatura anual promedio de 10 a 20 °C. Las aguas superficiales del Océano Ártico más septentrional se calentaron, al menos estacionalmente, lo suficiente para sustentar formas de vida tropicales (los dinoflagelados Apectodinium augustum) que requieren de temperaturas de más de 22 °C. Actualmente, la región ártica se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta.

Biología

Existen unas cuatrocientas especies animales en esta zona. De ellas, la más conocida es el oso polar, el mayor carnívoro del lugar. Llega a tener un peso de 800 kg y se alimenta de focas y peces, aunque si no logra atraparlos puede reemplazarlos momentáneamente por musgos y líquenes.

Seis especies de focas habitan este lugar, aunque su número ha ido decreciendo desde el siglo XIX debido a su depredador natural, el oso polar, y a la caza indiscriminada a que fue sometida por el hombre debido a lo preciado de su piel y su grasa. Otro poblador típico de la zona es la ballena, igualmente amenazada y que, actualmente, se halla protegida de la captura indiscriminada.

Debido a la pronunciada estacionalidad de 2 a 6 meses de sol de medianoche y noche polar en el Océano Ártico, la producción primaria de organismos fotosintetizadores como las algas heladas y el fitoplancton se limita a los meses de primavera y verano. Los consumidores importantes de los autótrofos en el Océano Ártico central y los mares de la plataforma adyacente incluyen el zooplancton, especialmente los copépodos (Calanus finmarchicus, Calanus glacialis y Calanus hyperboreus) y los eufáusidos, así como la fauna asociada al hielo (como los anfípodos). Estos forman un vínculo importante entre los productores primarios y los niveles tróficos superiores. La composición de los niveles tróficos más altos en el Océano Ártico varía según la región (lado del Atlántico frente al lado del Pacífico) y con la capa de hielo marino. Los consumidores secundarios del mar de Barents, un mar de la plataforma ártica de influencia atlántica, son principalmente especies subárticas, como el arenque, el bacalao y el capelán. En las regiones cubiertas de hielo del Océano Ártico central, el bacalao polar es un depredador de los consumidores primarios.

Situación medioambiental

La banquisa polar está adelgazando, y en muchos años habrá un agujero estacional en la capa de ozono. La reducción de la superficie de hielo en el océano Ártico reduce el albedo medio del planeta, lo que posiblemente dé como resultado el calentamiento global en un mecanismo de retroalimentación positiva. La investigación muestra que el Ártico puede quedar libre de hielo por primera vez en la historia de la Humanidad entre el año 2013 y 2040. Muchos científicos están actualmente preocupados por el calentamiento de las temperaturas en el Ártico, porque podrían causar que grandes cantidades de agua fresca derretida entrase en el Atlántico norte, posiblemente perturbando los patrones de corrientes oceánicas globales. Potencialmente pueden ocurrir después drásticos cambios en el clima de la Tierra.

Los investigadores predicen que, en no más de cincuenta años, el océano Ártico será perfectamente navegable durante el verano. Es que el hielo que cubre esta masa oceánica se está haciendo cada vez más delgado, debido a que el tiempo de duración de altas temperaturas es cada vez mayor. Durante los pasados años se ha observado la fusión de la capa de hielos y, en agosto de 2004, científicos estadounidenses que navegaban en un buque y ruso, denunciaron la existencia de una laguna en el Polo Norte, que no pudo ser confirmada por imágenes satelitales, pero que en modo alguno sorprendió a la comunidad científica, quienes vienen alertando sobre el peligro del calentamiento global.

Se sabe, pues, que el espesor de la capa de hielos del océano Ártico ha disminuido un 40 % durante los pasados cincuenta años y los resultados indican que si esto continúa, la fusión de los hielos será más rápida cada vez, culminando con la desaparición de estos durante el verano, con serias consecuencias para el equilibrio ecológico de la zona y para el hábitat de ciertas especies, como el oso polar que necesita de esas capas de hielo para sobrevivir y cazar sus alimentos.

Otras preocupaciones medioambientales se refieren a la contaminación radiactiva del océano Ártico por, por ejemplo, los residuos radiactivos rusos en el mar de Kara y pruebas nucleares realizadas durante la época de la Guerra fría en lugares como Nueva Zembla.

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