Familia

Bovidae

208 especie

Los bóvidos (Bovidae) son una familia de mamíferos artiodáctilos que incluye los antílopes, las cabras, las ovejas y los toros, así como otros animales semejantes. Todos ellos tienen como característica en común una alimentación estrictamente herbívora. En muchas especies de bóvidos, pero no todas, tanto las hembras como los machos presentan unas protuberancias óseas (cuernos) sobre sus cabezas. A diferencia de los cuernos de los ciervos, que son sólidos, los cuernos de los bóvidos son huecos. En general, estas especies se desarrollan bien en climas moderados y tropicales.

Los bóvidos más grandes pueden llegar a pesar cerca de una tonelada y poseer una altura de dos metros desde sus pezuñas hasta la cruz (bueyes, búfalos, bisontes); por otra parte, los más pequeños pueden llegar a pesar solo tres kilos y no ser más grandes que un gato doméstico (dicdics). Algunos de ellos son ejemplares musculosos (como el toro), y otros pueden ser ágiles con piernas largas (como las gacelas). La mayoría de los miembros de esta familia se congregan en grupos grandes con estructuras sociales muy complejas, pero existen casos en los que su comportamiento no es gregario. Los bóvidos cubren un extenso rango de climas y hábitats diferentes; pueden vivir en desiertos, tundra y en bosques tropicales.

Todos ellos son rumiantes, y tienen además una característica en común: su estómago policompartimentado. En la etapa adulta tienen cuatro compartimentos gástricos o estómagos, y se dividen funcionalmente en retículo, omaso, abomaso y rumen. Las diferentes funciones de cada compartimento abarcan todo el proceso de digestión de los vegetales ingeridos, pudiendo ser forraje (pasto) o productos agrícolas (paja, heno, alfalfa, etc.) en el caso de que sean animales domésticos. En las etapas infantiles, los bóvidos solamente tienen desarrollado el abomaso y se alimentan únicamente de leche materna; en este momento no se los considera rumiantes. Aproximadamente a los tres meses de edad, según la especie, ya suelen tener en funcionamiento sus cuatro estómagos.

La mayoría de los bóvidos son diurnos. La actividad social y la alimentación suelen alcanzar su punto máximo durante el amanecer y el atardecer. Los bóvidos suelen descansar antes del amanecer, durante el mediodía y al anochecer. Tienen varios métodos de organización social y comportamiento social, que se clasifican en comportamiento solitario y gregario. Los bóvidos utilizan diferentes formas de comunicación vocal, olfativa y tangible. La mayoría de las especies se alimentan y rumian alternativamente a lo largo del día. Mientras que los bóvidos pequeños forrajean en hábitats densos y cerrados, las especies más grandes se alimentan de vegetación con alto contenido en fibra en praderas abiertas. La mayoría de los bóvidos son poligínicos. Los bóvidos maduros se aparean al menos una vez al año y las especies más pequeñas pueden aparearse incluso dos veces. En algunas especies, los bóvidos neonatos permanecen ocultos de una semana a dos meses, amamantados regularmente por sus madres; en otras especies, los neonatos son seguidores, acompañando a sus madres, en lugar de tender a permanecer ocultos.

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Los bóvidos (Bovidae) son una familia de mamíferos artiodáctilos que incluye los antílopes, las cabras, las ovejas y los toros, así como otros animales semejantes. Todos ellos tienen como característica en común una alimentación estrictamente herbívora. En muchas especies de bóvidos, pero no todas, tanto las hembras como los machos presentan unas protuberancias óseas (cuernos) sobre sus cabezas. A diferencia de los cuernos de los ciervos, que son sólidos, los cuernos de los bóvidos son huecos. En general, estas especies se desarrollan bien en climas moderados y tropicales.

Los bóvidos más grandes pueden llegar a pesar cerca de una tonelada y poseer una altura de dos metros desde sus pezuñas hasta la cruz (bueyes, búfalos, bisontes); por otra parte, los más pequeños pueden llegar a pesar solo tres kilos y no ser más grandes que un gato doméstico (dicdics). Algunos de ellos son ejemplares musculosos (como el toro), y otros pueden ser ágiles con piernas largas (como las gacelas). La mayoría de los miembros de esta familia se congregan en grupos grandes con estructuras sociales muy complejas, pero existen casos en los que su comportamiento no es gregario. Los bóvidos cubren un extenso rango de climas y hábitats diferentes; pueden vivir en desiertos, tundra y en bosques tropicales.

Todos ellos son rumiantes, y tienen además una característica en común: su estómago policompartimentado. En la etapa adulta tienen cuatro compartimentos gástricos o estómagos, y se dividen funcionalmente en retículo, omaso, abomaso y rumen. Las diferentes funciones de cada compartimento abarcan todo el proceso de digestión de los vegetales ingeridos, pudiendo ser forraje (pasto) o productos agrícolas (paja, heno, alfalfa, etc.) en el caso de que sean animales domésticos. En las etapas infantiles, los bóvidos solamente tienen desarrollado el abomaso y se alimentan únicamente de leche materna; en este momento no se los considera rumiantes. Aproximadamente a los tres meses de edad, según la especie, ya suelen tener en funcionamiento sus cuatro estómagos.

La mayoría de los bóvidos son diurnos. La actividad social y la alimentación suelen alcanzar su punto máximo durante el amanecer y el atardecer. Los bóvidos suelen descansar antes del amanecer, durante el mediodía y al anochecer. Tienen varios métodos de organización social y comportamiento social, que se clasifican en comportamiento solitario y gregario. Los bóvidos utilizan diferentes formas de comunicación vocal, olfativa y tangible. La mayoría de las especies se alimentan y rumian alternativamente a lo largo del día. Mientras que los bóvidos pequeños forrajean en hábitats densos y cerrados, las especies más grandes se alimentan de vegetación con alto contenido en fibra en praderas abiertas. La mayoría de los bóvidos son poligínicos. Los bóvidos maduros se aparean al menos una vez al año y las especies más pequeñas pueden aparearse incluso dos veces. En algunas especies, los bóvidos neonatos permanecen ocultos de una semana a dos meses, amamantados regularmente por sus madres; en otras especies, los neonatos son seguidores, acompañando a sus madres, en lugar de tender a permanecer ocultos.

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