Clima continental
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Los climas continentales son un tipo de clima, aquellos en los que las diferencias de temperatura entre invierno y verano son grandes. También se denomina clima frío, nevado o microtérmico, debido a que los inviernos son gélidos. De manera similar a lo que sucede con los días y las noches, los veranos son calientes o frescos y los inviernos muy fríos, pues siempre ocurren heladas, y las temperaturas descienden por debajo de los 0 °C, mientras que las precipitaciones son escasas en este tipo de clima. Estas características se producen por localizarse en el interior de los continentes y tratarse de regiones aisladas por cadenas montañosas que impiden la influencia oceánica.
Un clima continental está definido actualmente como aquellos climas que presentan una temperatura media mayor de 30 °C durante el mes más cálido y menos de 0 °C durante el mes más frío. El clima frío continental tiene lugar en el hemisferio norte del planeta, a niveles de latitud media, es decir, en la zona templada. Los vientos poseen una gran influencia de este tipo de clima, puesto que llevan su influencia hasta las zonas costeras.
La ausencia del mar en algunas variantes del clima continental, es un factor que modifica y extrema sus características; así en las zonas interiores ecuatoriales de Brasil, Paraguay y el centro de África se puede hablar de un clima continental con características tropicales y el norte de Argentina de características subtropical, pero estas se diferencian del clima continental boreal por poseer mayores amplitudes térmicas diarias, sin dejar de ser tropical o subtropical.
En muchas zonas del interior del centro-sur de Europa alejadas del mar y que se encuentran a una altitud moderadamente elevada pueden darse este tipo de climas. No son continentales como tal, más bien son continentales con influencias según la latitud y altitud a la que se encuentren. Es el caso de muchas zonas del interior de España, Francia, Italia o Turquía, cuyo clima es mediterráneo y más húmedo en las costas, pero mucho más parecido a lo que es el clima continental en el interior, aunque con algo de influencia mediterránea. Es el caso de ciudades como Madrid, con temperaturas bastante cambiantes a lo largo del año, veranos cálidos e inviernos bastante fríos, con precipitaciones repartidas entre el otoño y la primavera, un clima que bien podría ser denominado como continental-mediterráneo o incluso semiárido templado-frío (una variante también del clima continental).
En los desiertos extensos como el Sahara también se puede llamar «clima con influencia continental», pues el mar no atempera al clima. No obstante, estrictamente hablando, el «clima continental» es la zona de latitud media del planeta entre la zona tropical y la zona polar, cuyas características suelen darse en algunas zonas costeras y en el interior de los continentes.
Los climas continentales son un tipo de clima, aquellos en los que las diferencias de temperatura entre invierno y verano son grandes. También se denomina clima frío, nevado o microtérmico, debido a que los inviernos son gélidos. De manera similar a lo que sucede con los días y las noches, los veranos son calientes o frescos y los inviernos muy fríos, pues siempre ocurren heladas, y las temperaturas descienden por debajo de los 0 °C, mientras que las precipitaciones son escasas en este tipo de clima. Estas características se producen por localizarse en el interior de los continentes y tratarse de regiones aisladas por cadenas montañosas que impiden la influencia oceánica.
Un clima continental está definido actualmente como aquellos climas que presentan una temperatura media mayor de 30 °C durante el mes más cálido y menos de 0 °C durante el mes más frío. El clima frío continental tiene lugar en el hemisferio norte del planeta, a niveles de latitud media, es decir, en la zona templada. Los vientos poseen una gran influencia de este tipo de clima, puesto que llevan su influencia hasta las zonas costeras.
La ausencia del mar en algunas variantes del clima continental, es un factor que modifica y extrema sus características; así en las zonas interiores ecuatoriales de Brasil, Paraguay y el centro de África se puede hablar de un clima continental con características tropicales y el norte de Argentina de características subtropical, pero estas se diferencian del clima continental boreal por poseer mayores amplitudes térmicas diarias, sin dejar de ser tropical o subtropical.
En muchas zonas del interior del centro-sur de Europa alejadas del mar y que se encuentran a una altitud moderadamente elevada pueden darse este tipo de climas. No son continentales como tal, más bien son continentales con influencias según la latitud y altitud a la que se encuentren. Es el caso de muchas zonas del interior de España, Francia, Italia o Turquía, cuyo clima es mediterráneo y más húmedo en las costas, pero mucho más parecido a lo que es el clima continental en el interior, aunque con algo de influencia mediterránea. Es el caso de ciudades como Madrid, con temperaturas bastante cambiantes a lo largo del año, veranos cálidos e inviernos bastante fríos, con precipitaciones repartidas entre el otoño y la primavera, un clima que bien podría ser denominado como continental-mediterráneo o incluso semiárido templado-frío (una variante también del clima continental).
En los desiertos extensos como el Sahara también se puede llamar «clima con influencia continental», pues el mar no atempera al clima. No obstante, estrictamente hablando, el «clima continental» es la zona de latitud media del planeta entre la zona tropical y la zona polar, cuyas características suelen darse en algunas zonas costeras y en el interior de los continentes.