País

Nueva Zelanda

1071 especie

Nueva Zelanda es un país de Oceanía, localizado en el suroeste del océano Pacífico y constituido en una monarquía parlamentaria.

Geografía

Nueva Zelanda está formada por dos islas principales, las Islas Norte y Sur (Te Ika un Maui y Te wai pounamu en maorí y respectivamente), así como por un número de islas más pequeñas. Las islas se encuentran entre las latitudes 29° y 53° S y longitudes de 165° y 176° E. Las dos islas principales están separadas por el estrecho de Cook, que tiene 22 km de ancho en su punto más angosto. El área total del país asciende a 268 838 km², es un poco más pequeño que Italia o Japón y un poco más grande que el Reino Unido.

El país es largo (más de 1600 km en su eje norte-noreste) y estrecho (con un ancho máximo de 400 km), con 15 134 km de línea costera. Después de las Islas Norte y Sur, las cinco islas habitadas más grandes son la Isla Stewart, las Islas Chatham (Rekohu), Isla Gran Barrera (en el golfo de Hauraki), Isla D'Urville (en el estrecho de Marlborough) y la Isla Waiheke (la más poblada de las cinco). El país cuenta con extensos recursos marinos, con la séptima zona económica exclusiva más grande en el mundo, que cubre más de 4 000 000 km², lo que se traduce en más de quince veces su superficie terrestre.

La Isla Sur es la masa de tierra más grande de Nueva Zelanda y está dividida a lo largo por los Alpes del Sur. Dentro de esta cordillera existen 18 picos de más de 3000 m s. n. m., el más alto de los cuales es el monte Cook, con 3754 m s. n. m. Las partes más altas de la Isla Sur están cubiertas por bosques, protegidos por varios parques nacionales como los de Abel Tasman y Kahurangi. Fiordland, en la esquina suroeste de la Isla Sur, es un área de altas montañas cortadas por fiordos empinados. La Isla Norte es menos montañosa, pero está marcada por el vulcanismo. La zona volcánica de Taupo, una gran meseta volcánica, sigue siendo muy activa. La montaña más alta de la Isla Norte, el monte Ruapehu (2797 m s. n. m.), y el lago más grande del país, el lago Taupo, se encuentran en esta meseta. El norte de la isla es un área más plana, que antes de la llegada de los europeos estaba cubierta por árboles kauri.

El país debe su variada topografía, y tal vez su aparición por encima de las olas, al límite dinámico que se encuentra entre las placas del Pacífico e Indoaustraliana. Nueva Zelanda es parte de Zealandia, un continente casi de la mitad del tamaño de Australia, que se sumergió gradualmente después de separarse del supercontinente Gondwana. Hace aproximadamente 25 millones de años, un cambio en los movimientos de las placas tectónicas comenzó un proceso de elevación y compresión del terreno. Ahora este proceso es más evidente en los Alpes del Sur, formados por la compresión de la corteza terrestre justo al lado de la falla alpina. En otros lugares, el límite de las placas implica la subducción de una placa debajo de la otra, creando varias fosas, como la de Puysegur, al sur, la fosa de Hikurangi, al este y las fosas de Kermadec y de Tonga más al norte.

Clima

La latitud de Nueva Zelanda, entre los paralelos 34° y 47° S, corresponde estrechamente a la de Italia en el hemisferio norte. Sin embargo, su aislamiento de influencias continentales y la exposición a los vientos fríos del sur y las corrientes oceánicas, le dan al clima un carácter más templado. El clima en todo el país es templado, principalmente oceánico, con temperaturas anuales medias que van desde los 10 °C en el sur, hasta los 16 °C en el norte. Las temperaturas máximas y mínimas históricas son 42,4 °C en Canterbury y -21,6 °C en Ophir, Otago.

Las condiciones climáticas varían considerablemente entre las distintas regiones: de extremadamente húmedo en West Coast, a casi semiárido en el interior de Canterbury y subtropical en Northland. De las siete ciudades más importantes, Christchurch es la más seca, recibiendo en promedio solo 640 mm de lluvia por año; Auckland, la más húmeda, recibe casi el doble de esa cantidad. Auckland, Wellington y Christchurch reciben un promedio anual de 2000 horas de sol. El sur y el suroeste de la Isla Sur tienen un clima más frío, con alrededor de 1400 a 1600 horas de luz solar; el norte y el noreste de la Isla Sur son las áreas más soleadas del país y reciben aproximadamente entre 2400 y 2500 horas de sol.

Flora y fauna

El aislamiento geográfico de 100 millones de años y la biogeografía de las islas son los responsables de la variedad única de especies vegetales y animales del país, los cuales evolucionaron de la vida silvestre de Gondwana, o bien, lograron llegar a las costas volando, nadando o arrastrados por el océano. Alrededor del 82 % de las plantas vasculares nativas Nueva Zelanda son endémicas, abarcando 1944 especies de 65 géneros de una sola familia. Los dos tipos principales de bosques son aquellos dominados por podocarpos y/o kauris, y en climas más frescos los más importantes son las hayas del sur. Los tipos de vegetación restantes consisten en pastos, la mayoría de los cuales son matas.

Antes de la llegada de los seres humanos, aproximadamente el 80 % de la tierra estaba cubierta por bosques, ya que solo las zonas altas, estériles y volcánicas no tenían árboles. Los bosques fueron dominados por las aves y la ausencia de predadores mamíferos causó que algunas especies como el kiwi, el kakapo y el takahe evolucionaran sin la habilidad de volar. La llegada de los seres humanos y la introducción de ratas, hurones y otros mamíferos llevaron a la extinción de varias especies de aves, incluyendo aves grandes como la moa y el águila de Haast.

Otros animales nativos incluyen a varios reptiles (escincos, geckos y el fósil viviente tuátara), ranas, arañas (katipo), insectos (como el weta) y caracoles. El único registro de mamíferos terrestres nativos de Nueva Zelanda eran tres especies de murciélagos (uno extinto), hasta 2006, cuando se descubrieron los huesos de un mamífero endémico, del tamaño de un ratón. Sin embargo, los mamíferos marinos son abundantes, ya que en las aguas del país hay ejemplares de casi la mitad de las especies de cetáceos y lobos marinos.

Desde la llegada de los humanos, se estima que se han extinguido cincuenta y una especies de aves, tres de ranas, tres de lagartos, un pez de agua dulce, cuatro plantas, un murciélago y varias especies de invertebrados; muchas otras están en peligro o su hábitat se ha reducido severamente. Nueva Zelanda fue una pionera en el uso de la restauración ecológica de la isla como un medio para proteger a estas especies silvestres amenazadas, además de que cerca de 220 islas de más de 5 hectáreas fueron designadas como santuarios en 2009.

Un informe del gobierno publicado en 2019 indica que casi 4000 especies en Nueva Zelanda están amenazadas de extinción. Según la asociación ecologista Forest and Bird, estos resultados catastróficos se deben a "décadas de procrastinación y negación".

Medio ambiente

Los patrones de las emisiones de gases de efecto invernadero son similares a los de los países escandinavos, gracias al correcto uso y aprovechamiento de la tierra y a la reforestación. La mayoría de las 11,9 millones de hectáreas de tierras agrícolas, que representan alrededor del 44 % de la superficie total del país, se limpiaron. Los primeros intentos para disminuir los efectos de la deforestación, tales como la Ley de registro de derechos de silvicultura de 1983, que creó los «derechos de silvicultura», solo tuvieron un éxito moderado. Sin embargo, crearon estándares de clase mundial en la recolección de datos y en derechos sobre la propiedad, que dieron paso a la primera enmienda a la ley de bosques de 1949, realizada en 1993, que más tarde serviría de base a la ley de respuesta de cambio climático de 2002. La reforestación fue vista como la principal herramienta para cumplir con los objetivos del Protocolo de Kioto. En consecuencia, se implementaron programas para la reducción de las emisiones provocadas por la deforestación y la degradación de los bosques y se estableció el uso de bonos de carbono para el comercio de derechos de emisión. Debido a que el gobierno fue el primero en tener acceso a los bonos de carbono, cuando comenzaron a manejarse, hubo un aumento de la deforestación. Cuando la iniciativa privada tuvo acceso al comercio de derechos de emisión, finalmente el programa comenzó a reducir los niveles de deforestación.

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Nueva Zelanda es un país de Oceanía, localizado en el suroeste del océano Pacífico y constituido en una monarquía parlamentaria.

Geografía

Nueva Zelanda está formada por dos islas principales, las Islas Norte y Sur (Te Ika un Maui y Te wai pounamu en maorí y respectivamente), así como por un número de islas más pequeñas. Las islas se encuentran entre las latitudes 29° y 53° S y longitudes de 165° y 176° E. Las dos islas principales están separadas por el estrecho de Cook, que tiene 22 km de ancho en su punto más angosto. El área total del país asciende a 268 838 km², es un poco más pequeño que Italia o Japón y un poco más grande que el Reino Unido.

El país es largo (más de 1600 km en su eje norte-noreste) y estrecho (con un ancho máximo de 400 km), con 15 134 km de línea costera. Después de las Islas Norte y Sur, las cinco islas habitadas más grandes son la Isla Stewart, las Islas Chatham (Rekohu), Isla Gran Barrera (en el golfo de Hauraki), Isla D'Urville (en el estrecho de Marlborough) y la Isla Waiheke (la más poblada de las cinco). El país cuenta con extensos recursos marinos, con la séptima zona económica exclusiva más grande en el mundo, que cubre más de 4 000 000 km², lo que se traduce en más de quince veces su superficie terrestre.

La Isla Sur es la masa de tierra más grande de Nueva Zelanda y está dividida a lo largo por los Alpes del Sur. Dentro de esta cordillera existen 18 picos de más de 3000 m s. n. m., el más alto de los cuales es el monte Cook, con 3754 m s. n. m. Las partes más altas de la Isla Sur están cubiertas por bosques, protegidos por varios parques nacionales como los de Abel Tasman y Kahurangi. Fiordland, en la esquina suroeste de la Isla Sur, es un área de altas montañas cortadas por fiordos empinados. La Isla Norte es menos montañosa, pero está marcada por el vulcanismo. La zona volcánica de Taupo, una gran meseta volcánica, sigue siendo muy activa. La montaña más alta de la Isla Norte, el monte Ruapehu (2797 m s. n. m.), y el lago más grande del país, el lago Taupo, se encuentran en esta meseta. El norte de la isla es un área más plana, que antes de la llegada de los europeos estaba cubierta por árboles kauri.

El país debe su variada topografía, y tal vez su aparición por encima de las olas, al límite dinámico que se encuentra entre las placas del Pacífico e Indoaustraliana. Nueva Zelanda es parte de Zealandia, un continente casi de la mitad del tamaño de Australia, que se sumergió gradualmente después de separarse del supercontinente Gondwana. Hace aproximadamente 25 millones de años, un cambio en los movimientos de las placas tectónicas comenzó un proceso de elevación y compresión del terreno. Ahora este proceso es más evidente en los Alpes del Sur, formados por la compresión de la corteza terrestre justo al lado de la falla alpina. En otros lugares, el límite de las placas implica la subducción de una placa debajo de la otra, creando varias fosas, como la de Puysegur, al sur, la fosa de Hikurangi, al este y las fosas de Kermadec y de Tonga más al norte.

Clima

La latitud de Nueva Zelanda, entre los paralelos 34° y 47° S, corresponde estrechamente a la de Italia en el hemisferio norte. Sin embargo, su aislamiento de influencias continentales y la exposición a los vientos fríos del sur y las corrientes oceánicas, le dan al clima un carácter más templado. El clima en todo el país es templado, principalmente oceánico, con temperaturas anuales medias que van desde los 10 °C en el sur, hasta los 16 °C en el norte. Las temperaturas máximas y mínimas históricas son 42,4 °C en Canterbury y -21,6 °C en Ophir, Otago.

Las condiciones climáticas varían considerablemente entre las distintas regiones: de extremadamente húmedo en West Coast, a casi semiárido en el interior de Canterbury y subtropical en Northland. De las siete ciudades más importantes, Christchurch es la más seca, recibiendo en promedio solo 640 mm de lluvia por año; Auckland, la más húmeda, recibe casi el doble de esa cantidad. Auckland, Wellington y Christchurch reciben un promedio anual de 2000 horas de sol. El sur y el suroeste de la Isla Sur tienen un clima más frío, con alrededor de 1400 a 1600 horas de luz solar; el norte y el noreste de la Isla Sur son las áreas más soleadas del país y reciben aproximadamente entre 2400 y 2500 horas de sol.

Flora y fauna

El aislamiento geográfico de 100 millones de años y la biogeografía de las islas son los responsables de la variedad única de especies vegetales y animales del país, los cuales evolucionaron de la vida silvestre de Gondwana, o bien, lograron llegar a las costas volando, nadando o arrastrados por el océano. Alrededor del 82 % de las plantas vasculares nativas Nueva Zelanda son endémicas, abarcando 1944 especies de 65 géneros de una sola familia. Los dos tipos principales de bosques son aquellos dominados por podocarpos y/o kauris, y en climas más frescos los más importantes son las hayas del sur. Los tipos de vegetación restantes consisten en pastos, la mayoría de los cuales son matas.

Antes de la llegada de los seres humanos, aproximadamente el 80 % de la tierra estaba cubierta por bosques, ya que solo las zonas altas, estériles y volcánicas no tenían árboles. Los bosques fueron dominados por las aves y la ausencia de predadores mamíferos causó que algunas especies como el kiwi, el kakapo y el takahe evolucionaran sin la habilidad de volar. La llegada de los seres humanos y la introducción de ratas, hurones y otros mamíferos llevaron a la extinción de varias especies de aves, incluyendo aves grandes como la moa y el águila de Haast.

Otros animales nativos incluyen a varios reptiles (escincos, geckos y el fósil viviente tuátara), ranas, arañas (katipo), insectos (como el weta) y caracoles. El único registro de mamíferos terrestres nativos de Nueva Zelanda eran tres especies de murciélagos (uno extinto), hasta 2006, cuando se descubrieron los huesos de un mamífero endémico, del tamaño de un ratón. Sin embargo, los mamíferos marinos son abundantes, ya que en las aguas del país hay ejemplares de casi la mitad de las especies de cetáceos y lobos marinos.

Desde la llegada de los humanos, se estima que se han extinguido cincuenta y una especies de aves, tres de ranas, tres de lagartos, un pez de agua dulce, cuatro plantas, un murciélago y varias especies de invertebrados; muchas otras están en peligro o su hábitat se ha reducido severamente. Nueva Zelanda fue una pionera en el uso de la restauración ecológica de la isla como un medio para proteger a estas especies silvestres amenazadas, además de que cerca de 220 islas de más de 5 hectáreas fueron designadas como santuarios en 2009.

Un informe del gobierno publicado en 2019 indica que casi 4000 especies en Nueva Zelanda están amenazadas de extinción. Según la asociación ecologista Forest and Bird, estos resultados catastróficos se deben a "décadas de procrastinación y negación".

Medio ambiente

Los patrones de las emisiones de gases de efecto invernadero son similares a los de los países escandinavos, gracias al correcto uso y aprovechamiento de la tierra y a la reforestación. La mayoría de las 11,9 millones de hectáreas de tierras agrícolas, que representan alrededor del 44 % de la superficie total del país, se limpiaron. Los primeros intentos para disminuir los efectos de la deforestación, tales como la Ley de registro de derechos de silvicultura de 1983, que creó los «derechos de silvicultura», solo tuvieron un éxito moderado. Sin embargo, crearon estándares de clase mundial en la recolección de datos y en derechos sobre la propiedad, que dieron paso a la primera enmienda a la ley de bosques de 1949, realizada en 1993, que más tarde serviría de base a la ley de respuesta de cambio climático de 2002. La reforestación fue vista como la principal herramienta para cumplir con los objetivos del Protocolo de Kioto. En consecuencia, se implementaron programas para la reducción de las emisiones provocadas por la deforestación y la degradación de los bosques y se estableció el uso de bonos de carbono para el comercio de derechos de emisión. Debido a que el gobierno fue el primero en tener acceso a los bonos de carbono, cuando comenzaron a manejarse, hubo un aumento de la deforestación. Cuando la iniciativa privada tuvo acceso al comercio de derechos de emisión, finalmente el programa comenzó a reducir los niveles de deforestación.

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