El saiga (Saiga tatarica) es una especie de Asia artiodáctilo de la familia Bovidae. Habita en las estepas de Asia Central, desde el sur de Rusia (Kazán) hasta el noroeste de China y zonas de Mongolia; el mayor número de individuos habita en Kazajistán y Uzbekistán.
El saiga es un antílope de mediano tamaño, a menudo llamado antílope estupefacto debido a su enorme nariz, mide de 60 a 80 cm en la cruz (altura en los hombros) y pesa entre 25 y 51 kg. Su esperanza de vida es de 6 hasta 10 años. El macho es más grande que la hembra y es el único que presenta cuernos, los cuales son de color grisáceo o amarillento y miden de 25 a 30 cm. Sus cuernos tienen valor en la medicina tradicional china y debido a ello están en peligro por caza furtiva. Su pelaje cambia según la estación del año, cambiando de un color blanquecino amarillento en el invierno a un color rojizo amarillento claro en el verano. La nariz es ancha, larga y muy móvil, semejante a una pequeña probóscide, lo que se cree que permite al animal filtrar el polvo o calentar el frío y seco aire de las estepas que inhala. Es una adaptación al ambiente de clima continental y árido, caracterizado por fuertes fluctuaciones de temperatura.
Los saigas forman enormes manadas que conviven en estepas semidesiertas, se alimentan de una gran variedad de plantas, incluyendo algunas venenosas para otros animales. Además, pueden cubrir distancias considerables y cruzar los ríos nadando.
La época de apareamiento comienza en noviembre, con la lucha por la posesión de las hembras. El ganador lidera una manada de unas 5 a 50 hembras. El periodo de gestación es de 140 a 147 días. La hembra saiga, al igual que ocurre en los antílopes dik-dik, se conocen por su capacidad de tener descendencia a la temprana edad de 8 meses. Lo extraño resulta que el primer parto es de gemelos, pero en adelante es único. Si la población se viera seriamente afectada las hembras de 5 meses aceleran su madurez y alumbran gemelos de ambos sexos.