El rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) es una especie de mamífero perisodáctilo de la familia Rhinocerotidae. Es la mayor de las cinco especies de rinocerontes que existen, el cuarto animal terrestre más grande y el cuarto mamífero terrestre más pesado después de las tres especies de elefantes. Puede llegar a los 4,2 m de longitud, 1,85 m de altura y hasta las cuatro toneladas y media en los ejemplares más grandes. Es una de las dos especies de rinocerontes que viven en la sabana africana (la otra es el rinoceronte negro); ambas tienen dos cuernos y esta se encuentra casi amenazada; el rinoceronte negro está amenazado por la caza furtiva.
El 20 de marzo de 2018 murió Sudán, el último ejemplar macho de la subespecie del norte (Ceratotherium simum cottoni), en la reserva en la que vivía en Kenia, al ser sacrificado tras varias semanas de enfermedad.
El labio ancho y recto se debe a que este animal se alimenta preferentemente de hierbas que recoge del suelo, mientras que el rinoceronte negro lo hace de vegetación arbustiva. Gracias a esto las dos especies de rinocerontes africanos, por lo demás muy similares en hábitos, pueden coexistir en un mismo ecosistema. El apareamiento no se produce en una época específica, y las hembras paren una sola cría cada cuatro o cinco años, cuando ya ha madurado la anterior.
El cuerno de los rinocerontes no es un cuerno verdadero como el de las vacas o el de los toros al no crecer del cráneo, ni un colmillo, como el de los hipopótamos, elefantes o jabalíes al no crecer de la boca. Es una dureza en la zona de la nariz y está formada por queratina el mismo material que forma uñas y pelo. Así, si el cuerno se rompe en una pelea, puede llegar a regenerarse, llegando incluso a crecer 7 cm al año.