Familia

Millepora

4 especie

Millepora, llamado también coral de fuego, es el único género de coral de la familia Milleporidae del orden Anthoathecata. Se le encuadra en el grupo de los denominados falsos corales duros, o hydrocorales, ya que pertenece a la clase Hydrozoa, y, por tanto, el animal tiene fase pólipo y fase medusa, característica que no poseen el resto de corales enmarcados en la clase Anthozoa.

Su esqueleto está compuesto de carbonato de calcio. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas.

Los buzos a menudo confunden el coral de fuego con algas marinas, y el contacto accidental es común. Al contacto se puede sentir un dolor intenso que puede durar de dos días a dos semanas. Los efectos secundarios destacados pueden incluir irritación, escozor o dolor ardiente, eritema (enrojecimiento de la piel), fiebre, lesiones urticarianas (ronchas). Estos efectos secundarios se deben al veneno que libera el nematocito, ya que el veneno es parte del mecanismo de defensa del coral de fuego. El veneno no es letal para los humanos.

Viven en casi todas las diferentes zonas de los arrecifes localizados en las zonas tropicales (a una latitud situada entre 30ºN y 20ºS), aunque dónde más abunda es en aguas soleadas y expuestas a fuertes corrientes mareales.

Habita normalmente entre 2 y 40 m de profundidad, aunque se reportan localizaciones entre 0.5 y 109.37 metros, y en un rango de temperaturas entre 19.81 y 28.86 °C.

Se distribuyen desde las costas occidentales del océano Atlántico, y la costa oriental africana, pasando por el mar Rojo, el océano Índico y el Pacífico oeste, hasta las islas del Pacífico central.

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Millepora, llamado también coral de fuego, es el único género de coral de la familia Milleporidae del orden Anthoathecata. Se le encuadra en el grupo de los denominados falsos corales duros, o hydrocorales, ya que pertenece a la clase Hydrozoa, y, por tanto, el animal tiene fase pólipo y fase medusa, característica que no poseen el resto de corales enmarcados en la clase Anthozoa.

Su esqueleto está compuesto de carbonato de calcio. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas.

Los buzos a menudo confunden el coral de fuego con algas marinas, y el contacto accidental es común. Al contacto se puede sentir un dolor intenso que puede durar de dos días a dos semanas. Los efectos secundarios destacados pueden incluir irritación, escozor o dolor ardiente, eritema (enrojecimiento de la piel), fiebre, lesiones urticarianas (ronchas). Estos efectos secundarios se deben al veneno que libera el nematocito, ya que el veneno es parte del mecanismo de defensa del coral de fuego. El veneno no es letal para los humanos.

Viven en casi todas las diferentes zonas de los arrecifes localizados en las zonas tropicales (a una latitud situada entre 30ºN y 20ºS), aunque dónde más abunda es en aguas soleadas y expuestas a fuertes corrientes mareales.

Habita normalmente entre 2 y 40 m de profundidad, aunque se reportan localizaciones entre 0.5 y 109.37 metros, y en un rango de temperaturas entre 19.81 y 28.86 °C.

Se distribuyen desde las costas occidentales del océano Atlántico, y la costa oriental africana, pasando por el mar Rojo, el océano Índico y el Pacífico oeste, hasta las islas del Pacífico central.

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