Desierto

Desierto del Namib

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El desierto del Namib es un importante desierto de África que se extiende a lo largo de la costa de Namibia, entre el río Orange, que marca la frontera con la República de Sudáfrica, al sur, y el río Kunene, entre Namibia y Angola, al norte. Tiene una longitud de unos 2000 km, una anchura que varía entre 80 y 200 km y una extensión cercana a los 81 000 km². Su nombre, Namib, significa en lengua nama «enorme».

Algunos geógrafos consideran que el biotopo o la ecorregión propiamente dicha (tal como está definida por Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF) se extiende entre el río Uniab, 200 km al norte del cabo Cross, y la población de Lüderitz en el sur. La parte del Namib que se extiende al norte del río Uniab se denomina desierto de Kaoko y se adentra en Angola; tiene un río siempre con agua, el Kunene, llueve más (hasta 100 mm en tormentas esporádicas de octubre a marzo) y la fauna y la flora son más abundantes. La parte del Namib que se extiende al sur de Lüderitz se denomina Karoo (Karoo suculento y Karoo nama) y se adentra notablemente en Sudáfrica; tiene un río siempre con agua, el Orange, en otro tiempo poblado de hipopótamos, y se caracteriza por ser la región del mundo más abundante en especies de plantas suculentas (más de 10 000).

El Namib está considerado el desierto más viejo del mundo y se tiene constancia de que ya existía durante la Era Terciaria, hace 65 millones de años, época en que se extinguieron los dinosaurios. La Unesco declaró al Namib como Patrimonio de la Humanidad en 2013.

Ecosistema

El desierto Namib se divide en dos regiones climáticas, divididas en el centro por la bahía de Walvis y el trópico de Capricornio. Al norte, las lluvias aumentan progresivamente y oscilan entre los 20 mm de la costa y los 85 mm del interior, y siempre se reciben en verano. Al sur, en la reserva de Namib Naukluft Park y hasta el río Orange, las lluvias son incluso más escasas y esporádicas, y pueden aparecer en cualquier época del año. En esta zona, las temperaturas son más bajas, y no son extrañas las heladas durante el invierno.

En todos los casos, el límite del desierto lo marca una cadena montañosa que recibe el nombre de Gran Escarpe. En el norte, este sistema montañoso es atravesado por diversos ríos estacionales que alcanzan la costa y sirven de corredor a la fauna y a la flora, pero desde el cañón de Kuiseb, en las cercanías de la bahía de Walvis, hacia el sur, la barrera de dunas convierte el desierto en una barrera infranqueable.

La costa está recorrida de sur a norte por la corriente de Benguela, de aguas muy frías y ricas en nutrientes y en plancton, con una gran abundancia de peces y una nutrida colonia de osos marinos. El agua fría del mar y los vientos constantes hacia tierra favorecen la presencia de nieblas costeras al menos 180 días al año, que hacen que las temperaturas sean muy inferiores en la costa a las del interior del país, que superan con facilidad los 45 °C en verano.

La vida en el desierto del Namib está asociada a varios factores. Entre ellos, las nieblas, que favorecen la existencia de determinadas plantas y animales adaptados a esta aportación extra de humedad, como un tipo de escarabajo característico del Namib, del género Stenocara, cuyos élitros están diseñados para hacer que los húmedos vientos matinales depositen gotitas de agua sobre su espalda.

Otros factores que favorecen la existencia de vida son la estrechez del desierto, que permite la incursión desde zonas donde hay herbazales de los animales de gran tamaño, y la presencia de cañones y valles, que aunque en el sur no atraviesan las dunas, dan lugar a charcas y pozas donde se puede encontrar agua. En el norte, estos valles llegan hasta el mar y se convierten en corredores de vegetación de fácil acceso.

Estos factores permiten la presencia en el Namib de animales como oryx, antílopes, avestruces, chacales, hienas y caballos salvajes en el sur, y además de éstos, en el norte se encuentran elefantes, cebras, leones, y jirafas.

En cuanto a la vegetación, la especie más notable del Namib es la Welwitschia mirabilis, una gimnosperma adaptada a la vida en el desierto que puede vivir hasta dos mil años. Fue descubierta en 1860 en el sur de Angola por el austriaco Friedrich Welwitsch, y los ejemplares más grandes se encuentran en el Welwitschia Fläche, en una llanura desértica, 50 km al este de Swakopmund. El aspecto de la planta, que sólo crece en el Namib, es el de una inmensa zahahoria prominente (la mayor tiene 1,5 m de altura), de la cual emergen dos hojas anchas y rastreras que pueden crecer más de seis metros y que en sus extremos se deshilachan. A veces nacen 2 o más plantas juntas y se auto injertan, creando así un ejemplar con 4 o más hojas. Además, esta planta tiene un polinizador propio, la chinche de la Welwitschia (Probergrothius sexpunctatis), un raro tipo de chinche que vive alimentándose del néctar de la flor, polinizándola en el proceso, pero que en adición transmite un hongo (Aspergillus niger) perjudicial para la semilla y su germinación. De todos modos quedan semillas suficientes para que la planta continúe su legado.

También existen plantas xerófilas no suculentas o subsuculentas como la Acacia luederitzii o plantas xerófilas suculentas como algunas Aizoaceaes y Euphorbias. También hay plantas de la subtribu Stapeliinae, del género Aloe y del género Aloidendron.

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El desierto del Namib es un importante desierto de África que se extiende a lo largo de la costa de Namibia, entre el río Orange, que marca la frontera con la República de Sudáfrica, al sur, y el río Kunene, entre Namibia y Angola, al norte. Tiene una longitud de unos 2000 km, una anchura que varía entre 80 y 200 km y una extensión cercana a los 81 000 km². Su nombre, Namib, significa en lengua nama «enorme».

Algunos geógrafos consideran que el biotopo o la ecorregión propiamente dicha (tal como está definida por Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF) se extiende entre el río Uniab, 200 km al norte del cabo Cross, y la población de Lüderitz en el sur. La parte del Namib que se extiende al norte del río Uniab se denomina desierto de Kaoko y se adentra en Angola; tiene un río siempre con agua, el Kunene, llueve más (hasta 100 mm en tormentas esporádicas de octubre a marzo) y la fauna y la flora son más abundantes. La parte del Namib que se extiende al sur de Lüderitz se denomina Karoo (Karoo suculento y Karoo nama) y se adentra notablemente en Sudáfrica; tiene un río siempre con agua, el Orange, en otro tiempo poblado de hipopótamos, y se caracteriza por ser la región del mundo más abundante en especies de plantas suculentas (más de 10 000).

El Namib está considerado el desierto más viejo del mundo y se tiene constancia de que ya existía durante la Era Terciaria, hace 65 millones de años, época en que se extinguieron los dinosaurios. La Unesco declaró al Namib como Patrimonio de la Humanidad en 2013.

Ecosistema

El desierto Namib se divide en dos regiones climáticas, divididas en el centro por la bahía de Walvis y el trópico de Capricornio. Al norte, las lluvias aumentan progresivamente y oscilan entre los 20 mm de la costa y los 85 mm del interior, y siempre se reciben en verano. Al sur, en la reserva de Namib Naukluft Park y hasta el río Orange, las lluvias son incluso más escasas y esporádicas, y pueden aparecer en cualquier época del año. En esta zona, las temperaturas son más bajas, y no son extrañas las heladas durante el invierno.

En todos los casos, el límite del desierto lo marca una cadena montañosa que recibe el nombre de Gran Escarpe. En el norte, este sistema montañoso es atravesado por diversos ríos estacionales que alcanzan la costa y sirven de corredor a la fauna y a la flora, pero desde el cañón de Kuiseb, en las cercanías de la bahía de Walvis, hacia el sur, la barrera de dunas convierte el desierto en una barrera infranqueable.

La costa está recorrida de sur a norte por la corriente de Benguela, de aguas muy frías y ricas en nutrientes y en plancton, con una gran abundancia de peces y una nutrida colonia de osos marinos. El agua fría del mar y los vientos constantes hacia tierra favorecen la presencia de nieblas costeras al menos 180 días al año, que hacen que las temperaturas sean muy inferiores en la costa a las del interior del país, que superan con facilidad los 45 °C en verano.

La vida en el desierto del Namib está asociada a varios factores. Entre ellos, las nieblas, que favorecen la existencia de determinadas plantas y animales adaptados a esta aportación extra de humedad, como un tipo de escarabajo característico del Namib, del género Stenocara, cuyos élitros están diseñados para hacer que los húmedos vientos matinales depositen gotitas de agua sobre su espalda.

Otros factores que favorecen la existencia de vida son la estrechez del desierto, que permite la incursión desde zonas donde hay herbazales de los animales de gran tamaño, y la presencia de cañones y valles, que aunque en el sur no atraviesan las dunas, dan lugar a charcas y pozas donde se puede encontrar agua. En el norte, estos valles llegan hasta el mar y se convierten en corredores de vegetación de fácil acceso.

Estos factores permiten la presencia en el Namib de animales como oryx, antílopes, avestruces, chacales, hienas y caballos salvajes en el sur, y además de éstos, en el norte se encuentran elefantes, cebras, leones, y jirafas.

En cuanto a la vegetación, la especie más notable del Namib es la Welwitschia mirabilis, una gimnosperma adaptada a la vida en el desierto que puede vivir hasta dos mil años. Fue descubierta en 1860 en el sur de Angola por el austriaco Friedrich Welwitsch, y los ejemplares más grandes se encuentran en el Welwitschia Fläche, en una llanura desértica, 50 km al este de Swakopmund. El aspecto de la planta, que sólo crece en el Namib, es el de una inmensa zahahoria prominente (la mayor tiene 1,5 m de altura), de la cual emergen dos hojas anchas y rastreras que pueden crecer más de seis metros y que en sus extremos se deshilachan. A veces nacen 2 o más plantas juntas y se auto injertan, creando así un ejemplar con 4 o más hojas. Además, esta planta tiene un polinizador propio, la chinche de la Welwitschia (Probergrothius sexpunctatis), un raro tipo de chinche que vive alimentándose del néctar de la flor, polinizándola en el proceso, pero que en adición transmite un hongo (Aspergillus niger) perjudicial para la semilla y su germinación. De todos modos quedan semillas suficientes para que la planta continúe su legado.

También existen plantas xerófilas no suculentas o subsuculentas como la Acacia luederitzii o plantas xerófilas suculentas como algunas Aizoaceaes y Euphorbias. También hay plantas de la subtribu Stapeliinae, del género Aloe y del género Aloidendron.

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