Lobo rojo
El lobo rojo (Canis lupus rufus) es un cánido de taxonomía históricamente dudosa que hoy sólo se puede encontrar en algunas zonas del este de Estados Unidos, México y, tal vez, sureste de Canadá. Se le clasifica ahora como una subespecie de lobo (Canis lupus), aunque podría ser una población híbrida reciente entre lobo y coyote (Canis latrans), o, como anteriormente se le consideraba, una especie independiente de ambas, Canis rufus. En cualquier caso, el lobo rojo es un animal en grave peligro de extinción, razón por la cual es objeto de programas de cría en cautividad.
Si el conflicto taxonómico ya era evidente, desde 1999 la complicación es aún mayor. En esa fecha, White y Wilson establecieron, tras estudios genéticos, que las poblaciones de lobo del sureste de Canadá eran una especie diferente que debía nominarse como Canis lycaon (Eastern Canadian Wolf en inglés, sin nombre en español) y que esta especie era próxima a Canis rufus, estando además más emparentada con el coyote que con el lobo común. Esta afirmación no goza del adecuado consenso de los expertos, pero hay cierta tendencia a considerar que Canis rufus y Canis lycaon son la misma especie, siendo el nombre latino correcto Canis lycaon. De ser este el caso, se mantendría en español el nombre vulgar "Lobo Rojo" para ambas.
Otras especies reciben localmente denominaciones parecidas que no deberían confundirse con el lobo rojo: son el cuón o perro rojo (Cuon alpinus) y el aguará guazú o lobo de crín (Chrysocion brachyurus), a veces llamado lobo rojo en Brasil.
El lobo rojo tiene un tamaño intermedio entre el lobo común o gris y el coyote. Los machos adultos pesan entre 25 y 35 kilos, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas. El pelaje está manchado de multitud de colores, entre los que destacan el negro, grisáceo, marrón y amarillento; el pelaje rojizo que da nombre a la especie es más frecuente en las poblaciones orientales, especialmente en las originarias de Texas.
Al igual que los lobos grises, los lobos rojos son animales sociales, pero sus manadas son más pequeñas que las de los primeros, a menudo compuestas únicamente por una pareja y sus hijos de distintas edades. Los lobos rojos pueden llegar a tener hasta tres camadas, de 2 o 3 cachorros al año, que abandonan el grupo familiar hacia los 6 meses de edad.
Los lobos rojos se alimentan preferentemente de mamíferos de tamaño pequeño, como roedores y conejos. En grupo atacan también a los mapaches e incluso a ciervos adultos. También consumen ocasionalmente insectos y bayas.