Tortugas de las galápagos, Tortugas gigantes de las islas galápagos
Se denomina Complejo Chelonoidis nigra a un complejo de especies que engloba un total de 10 especies de tortugas terrestres del género Chelonoidis, las que son conocidas comúnmente como tortugas de las Galápagos o tortugas gigantes de las islas Galápagos.
Se trata de un grupo de especies estrechamente relacionadas que llegan a vivir 300 a 400 años, donde la línea de demarcación precisa entre ellas es aún tenue, debido a su evolutivamente reciente formación. Todas ellas habitan en las oceánicas islas Galápagos.
Son la especie de tortuga de tierra más longeva del mundo, y La tortuga gigante de Floreana es considerada como la tortuga más grande del mundo.
Entre sus miembros se incluyen a las tortugas terrestres vivientes más grandes del mundo, alcanzando pesos de más de 450 kg, y longitudes de más de 2 metros. Son de los más longevos vertebrados, con una esperanza de vida en el medio silvestre que puede superar los 100 años, y en cautiverio por lo menos hasta 170 años.
La variabilidad de las características morfológicas de los integrantes del conjunto se hace patente en especial en sus grandes caparazones óseos, los que se fueron adaptando de acuerdo al ambiente de cada isla.
Esta variabilidad hizo que los zoólogos subdividieran al grupo en numerosos taxones, siendo cada uno característico de una isla o de una parte de ella.
Se pueden reconocer 3 formas básicas:
Las 10 especies que integran el «Complejo Chelonoidis nigra» habitan en 7 de las oceánicas islas Galápagos, un archipiélago volcánico situado a unos 1000 km al oeste de las costas sudamericanas de Ecuador.
Algunos individuos son sedentarios, mientras que a otros parece gustarles la idea de desplazarse, por lo que exploran nuevos territorios. Sin embargo todas deben refugiarse en las horas de mayor insolación, colocándose a la sombra de un árbol, entre arbustos o sumergiéndose en pozas de agua lodosa, la que por cierto le quita los parásitos. En ocasiones las tortugas estiran su cuello y sus extremidades, en una pose que llama a los pájaros a acercarse y alimentarse de sus parásitos.