Jacamar coliverde, Tucuso montañero coliverde, Tucuso de bosque coliverde, Jacamar de cola verde
El jacamará coliverde (Galbula galbula), también denominado jacamar coliverde (en Colombia), tucuso montañero coliverde o tucuso de bosque coliverde (en Venezuela) o jacamar de cola verde, es una especie de ave piciforme de la familia Galbulidae, Es nativo del escudo guayanés y del nororiente de la cuenca amazónica en Sudamérica.
La especie G. galbula fue descrita por primera vez por el naturalista sueco Carolus Linnaeus en 1766 bajo el nombre científico Alcedo galbula; localidad tipo «Cayena y Brasil = Cayena».
El nombre genérico femenino «Galbula» y también de la especie, deriva del latín «galbulus»: pequeño pájaro amarillento.
Mide entre 18 y 22 cm de longitud y pesa entre 18 y 29 g. Su pico es negro, recto, puntiagudo y muy largo (5 cm). Las partes superiores de su cuerpo son verdes con iridiscencias bronceadas y cobrizas así como el ancho collar pectoral; la frente, corona y parte de las mejillas son verde azuladas; la garganta es blanca en el macho y ante canela en la hembra. El vientre es de color rojizo. La cola ventral es de color azul negruzco.
Se distribuye desde el este de Colombia (Vichada, Meta), sur y este de Venezuela (al sur del río Orinoco), Guyana, Surinam, Guayana francesa y norte de Brasil (hacia el sur hasta los bajos ríos Madeira y Tapajós).
Habita en una variedad de ambientes, como bordes de selvas húmedas y en galería, de várzea, crecimientos secundarios altos, arbustales y matorrales. En una pequeña región de partes de Guyana y Guayana francesa, ocurre en simpatría con el jacamará colirrufo (Galbula ruficauda), pero se verifica que se segregan de acuerdo a su hábitat, la presente especie en situaciones ribereñas y áreas de colinas mientras el jacamará colirrufo ocupa sabanas.
Ocurre en pareja o en pequeños grupos.
Su dieta consiste de insectos, predominantemente himenópteros (por ejemplo, Ichneumonidae).
Construyen sus nidos en barrancas o en montículos de termitas arborícolas (a unos 3 m del suelo), donde incuban, en promedio, dos huevos. En Surinam, dos machos y una hembra demoraron dos semanas en excavar un nido en un montículo de termitas. La participación de un segundo macho en el proceso reproductivo, en este caso, se asemeja a los hábitos de los abejarucos (Meropidae) del Viejo Mundo.