Perico frente naranja, Aratinga frente naranja
El perico atolero, perico frente naranja o aratinga frente naranja (Eupsittula canicularis) es una especie de ave psitaciforme de la familia Psittacidae. Es principalmente verde con la corona verde-azul y frente naranja. Es residente de la vertiente de la Costa del Pacífico del Centro de México hasta sur de Panamá. Bajo protección especial (Pr) por la NOM-059-SEMARNAT-2010 en México y como preocupación menor en la lista roja de la IUCN. Utilizada como mascota.
Comúnmente, esta ave es conocida como "perico atolero", y este nombre se debe a que cuando son jóvenes, en cautiverio se acostumbra a criarlos alimentándolos con atole de maíz. También es conocido como "perico (o aratinga) frente naranja", porque, como su nombre lo indica, presenta plumas naranjas en su frente.
El perico atolero alcanza 20,5 cm de largo y 80 g de peso. El adulto es principalmente verde, más pálido y amarillento por debajo y con un tono oliváceo en el pecho. Tiene las plumas externas de las alas de un tono azul, con revestimientos de color amarillo. La cola es puntiaguda, con la punta azul. La cabeza es distintiva, con una corona de color verde-azul, la frente naranja, y los ojos de color ámbar, con el iris amarillo y blanco. Las aves jóvenes son similares a los adultos, pero con mucho menos color naranja en la frente.
Se le encuentra en zonas áridas, bosques semihúmedos y áreas semiabiertas, así como en montañas y lugares cercanos a las costas del océano Pacífico, desde Sinaloa, en el oeste de México, zonas paracentral y costera de El Salvador, hasta el occidente de Costa Rica.
El perico atolero se alimenta en grupos que pueden llegar a 100 aves fuera de la temporada de reproducción. Se alimentan de diversas semillas, flores y frutos.
La población de este perico se ha reducido en muchas áreas, debido a la caza por el comercio ilegal de mascotas, donde lamentablemente, el 80% de los polluelos que se roban del nido mueren debido al maltrato a la hora de transportarlos. También la deforestación y quema de bosques para la agricultura o la construcción de inmuebles han hecho que muchas poblaciones de perico atolero se disminuyeran notablemente.